sábado, 4 de noviembre de 2017

Capitulo 4 - World of Warcraft clasico (Vanilla)


World of Warcraft clasico VUELVE





Así es damas y caballeros aprovecho el anuncio del lanzamiento de WoW clasico para adelantar al cuarto capitulo mi hisoria (resumida) en mi paso por este juego, de este modo espero que los que no vivisteis esta aventura, intentéis entender el fanatismo que rodea a esta versión del juego.

Blizzard aunque tarde una maldita década en hacer caso a sus amados clientes, los escucha. En realidad hace más de una década que se viene pidiendo una versión pura del wow clásico, desde la salida de la Burning Crusade no ha sido pequeña la porción de la comunidad de jugadores que quiso quedarse estancados por voluntad propia en la versión clásica del juego, la versión sin adulterar por expansiones.

No se han dado más detalles al respecto, ni fecha de lanzamiento ni preguntas lógicas como ¿desde qué punto parte la historia del clásico? o ¿Motor gráfico antiguo o actual? por ahora es un misterio, pero está ahí, ha sido anunciado y tras varios años de conversaciones internas que se publicaron en un foro publico de la compañía aquí está de vuelta y os aseguro que somos cientos de miles los que lo esperamos con ansia.



Quizás esto sea incomprensible, pero yo lo entiendo, soy uno de ellos, el juego en aquella época era muy muy diferente a lo que es el juego hoy en día.  El elitismo solo llegaba a los que sabían llevar bien el personaje y a los que más tiempo invertían en jugar, el ''farmeo'' o el ''grindeo'' eran parte de la vida de un miembro de raid de high end.

Os resumiré mi historia, creo que es el mejor ejemplo que puedo daros.

Con World of warcraft pasé de jugador casual a jugador de alto nivel, competitivo y a ser uno de los jugadores Europeos con más avance y sobre todo equipo.  En aquella época el avance era importante, pero solo dentro de la elite que competía para ser los primeros no en pasarse las raids si no en derrotar a X jefe, ya que cada uno podía llevar trabajo de semanas, entre equipar a la gente con resistencias de un tipo concreto o conseguir descifrar los patrones y fases de cada jefe, por aquella época no había guias, el avance de un boss de guardaba celosamente para seguir avanzando y había espías infiltrados en hermandades para hacerse con esos secretos.  Sí, es muy sectario lo se, pero si querías ser el top tenías que entrar en una hermandad que básicamente era una secta, no en el mal sentido, pero requería disciplina, compromiso y dedicación, pero por encima de todo requería lealtad.

Empecé siendo jugador de Pícaro, el personaje que llevé a lo más alto. Jugué como cualquier otro, incluso tardé demasiado en subir a nivel 60 que por entonces era el máximo, pedí prestado dinero a un amigo para mi primera montura de nivel 40 y el día que me compré mi primera montura épica era como estar delante de un flamante descapotable nuevo.
Ese día toqué el cielo, no mucha gente tenía dinero para una montura épica, eran caras, muy caras. Al cambio hoy en día si eres jugador de wow vendría siendo por 1200 de oro más de un millon de monedas de oro de hoy en día, un autentico desembolso que algunos preferían invertir en equipo forjado por jugadores.  Digo que ese día toqué el cielo porque en la ciudad principal de la Alianza ,Forjaz (Ironforge) por aquel entonces la gente flipaba mirando el equipo de los personajes AFK que quedaban frente al banco, haciendo tiempo para la raid o simplemente vanagloriándose de si mismos.
Cuando entré en la capital de los enanos no tardó en formarse un corrillo de gente a mi alrededor para ver la montura hoy ya olvidada por todos, la montura racial (tigre) de los Elfos de la Noche, ese día me sentí poderoso, aunque era un mindundis, gasté todo mi dinero en la montura y no tenía equipo ni para sobrevivir solo haciendo misiones de nivel 60.

Quería más, hacía mazmorras de menos nivel o de nivel 60 normales, de 5 jugadores pero entonces un día vi algo extraño, un pícaro con un conjunto completo era el Tier 0 la base de todo equipo, un set azul que al juntar sus piezas casaban unas con las otras dando un aspecto muy serio.



Yo quería esto, ya tenía 3 piezas, lo recuerdo como si fuese ayer, guantes brazaletes y cinturón, ya tenía tres piezas pero no me había dado ni cuenta porque no se veían precisamente, aunque si comprendía lo del bono de set, trabajé duro y fuí a por ello, mazmorras de 10 y 15 jugadores, fué un trabajazo conseguir el set entero.

Por el camino pasó algo, lo normal es que un pícaro por aquella época fuese a dagas con los talentos de asesinato o subterfugio, no había pícaros de combate.

¿Un pícaro que no ataca por la espalda? ¿Un pícaro que te va de frente? ¿Un PICARO que se queda con las armas de un guerrero furia? Me gané muchos enemigos por eso, sobretodo entre los guerreros ''fury'' que con dos armas de una mano metían una ensalada de ostias muy considerables.

Yo solo quería armas mejores y no me dejé amedrentar por ''roles'' si el juego me permitía y ademas yo tenía habilidades para otra cosa que no fuera dagas, yo iba a por todas y así es como conseguí mi primera,  Dal'Rend's Tribal Guardian una espada de una mano de set, la única que existiría como arma de set durante años, conseguir la  Dal'Rend's Sacred Charge costó un poco más porque muchos guerreros la querían por dar fuerza, un atributo claramente de guerrero, pero por aquel entonces si la fuerza era una estadística de guerrero, el poder de ataque lo era de pícaro de combate.

Cuando conseguí las dos espadas y el set completo entré en otra liga, de repente había hermandades que se interesaban por mi y querían que les acompañase junto a otros ¡¡39!! jugadores a meternos en una cueva ENORME a matar a un tio del tamaño de una montaña que estaba hecho de un torbellino de FUEGO y que pegaba con una maza del tamaño de un rascacielos a un guerrero con escudo que era un ENANO!, era como si intentases matar a un mosquito de un manotazo y el mosquito parase tu mano y se riera de ti en tu cara,  por supuesto no pude negarme.



Ragnaros calló el 31 de Diciembre de 2005, de madrugada, mi amigo Carlos y yo estábamos jugando desde mi casa, llevábamos desde verano metidos en Nucleo de Magma, su mazmorra y unos 6 meses después mordió el polvo, ese día volvió a cambiar mi vida de gamer, fue un punto de inflexión por el genero MMORPG, saltamos de alegría, nos dimos un cabezazo enorme, el se mareó a mi me salió un chichón, fue una noche magnifica.  Esa noche también nació la superstición del ''va último try y nos vamos'' y matar en ese último intento, algo que se repetiría en incontables ocasiones a lo largo de los años.

Desde entonces mejoré mi equipación, mi experiencia y mi habilidad con el pícaro de combate, pasé a ligas mayores, derroté a Nefarian y Onyxia y me hice con el tier2 al completo unas garras y una daga, lo que me hizo ser uno de los 3 mejores picaros alianza del servidor, entonces llamé la atención de una hermandad española que estaba en el top 10 de hermandades europeas, pasé pruebas, entrenamientos y me estrené luchando contra nada mas y nada menos que C'thun pasé de Nefarian a C'thun apenas unos días y lo derrotamos. No fue fácil pues en jefes previos necesitabas mucha resistencia a la naturaleza, algo difícil de encontrar, necesitabas entrar a la mazmorra, algo dificil pues ya no era rivalidad entre hermandades alianza por ser los primeros en pasarse la mazmorra, ahora la Horda entraba en juego.

En las puertas de Ahn'Quiraj liabamos tanganas muy gordas, pues  Wipe, mi hermandad española e Imba extranjera aliada, teníamos que darnos de leches contra Core, hermandad española de la Horda y Unknown extranjera de la Horda. Era una rivalidad sana, era divertido e incluso honorifico.

A estas altura del juego ya era normal para mi, recibir susurros con preguntas y palabras de animo y tener un corrillo de gente alrededor cada vez que paraba por Ironforge. Algo que llegaría a su cenit al hacerme con las piezas clave del tier3 de pícaro y una vez mas con las espadas que nadie quería. Nunca llegué a conseguir la pechera y los pantalones aunque con el mismo aspecto que el tier eran una pieza suelta, no obstante el tabardo de la hermandad hacía que todo entonase y me coroné como el pícaro mejor equipado de mi hermandad, la mejor de las 4 hermandades hihg end de nuestro servidor, me sentía como un dios.

Al final de las 4 hermandades nosotros tomamos la delantera en Naxxramas, la última raid del wow clásico, en parte gracias a que dimos con la clave para derrotar a Instructor Razovius, tener un equipo de picaros full tier2 muy bien compenetrados y que gracias al addon ''damage meter'' podíamos predecir quien tanquearía al boss en qué momento, ya que el tema del agro no se podía medir como ahora y solo podíamos intuirlo dependiendo de quien era el primero en la tabla de daño.

Cuando salió la Burning Crusade a penas un mes y medio después

de Naxxramas, nosotros nos quedamos en Sapphiron el penúltimo jefe, fuimos los que más lejos llegamos junto a otras hermandades que se quedaron en el mismo jefe que nosotros. Con la llegada de la Burning la guild se disolvió por tomar la decisión de ir a por todas al nuevo continente o terminar lo que habíamos empezado, la división de opiniones deshizo la hermandad y pasamos todos a Terrallende.

Pero esto ya es historia, en otro momento comentaré lo más memorable de cada expansión.

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