lunes, 25 de septiembre de 2017

Capitulo 2: NASA-Computer Entertainment Sistem



La primera de mi propiedad, la primera de su nombre,  la que nasa* tiene que ver con la NES, salvo por la forma de la consola, la de los mandos, el cartucho, los juegos no solo de Nintendo si no de otras firmas también.


Nasa me aportó juegos de disparos como el de cazar patos, con aquél perro guason que se reía de ti si fallabas el disparo y no dabas a nada, pero que se ponía contento y te tría tus presas para sumar puntos. La pistola no iba muy bien y el juego no ofrecía más que hacer puntería, no me atraía demasiado.

La historia cambió cuando conocía a Super Mario, en el mítico juego de ir saltando encima de malvadas setas y cruentas tortugas que quieren matarte descubrí las vidas, ir a contra reloj y sumar, sumar moneditas para conseguir más vidas para poder llegar más lejos aún. Pero un día alguien llegó a casa, no recuerdo quien, pero me descubrió todo un mundo de secretos. Al poco de empezar la primera pantalla, saltando donde no había nada, chocabas con un bloque de ladrillos oculto que sacaba una seta verde, con un 1UP, osea ¡Una vida extra! y por toda la cara, así tan fácil, había estado encima de la cabeza de Mario todo este tiempo y no lo veía, yo sabía que era como conseguir 100 monedas por la cara y lo exprimí. Sabía que en algunas de las tuberías por donde salen las plantas carniboras podías meterte porque lo había visto en los dibujos animados, Mario era un fontanero y como tal entraba en las tuberías ¿Qué fontanero no lo hace? por dios, si eres fontanero y no te has metido en una tubería verde hasta llegar a un mundo en 2D no te mereces llamarte fontaNADA.

Los secretos de ese mundo en dos dimensiones no terminaban ahí, recuerdo que en segundo mapa o el primer castillo (según lo mires) si no te metías por una tubería para una zona de bonus de monedas y eras grande para poder romper ladrillos en un momento dado, podías escalar hasta salirte del mapa por arriba, correr sin parar, saltarte la tubería que te llevaba al mapa numero 2 y llegar a otros 3 tubos que se saltaban varias DECENAS de mapas.

Enlazando estos atajos, podías llegar a la princesa de verdad y rescatarla relativamente rápido, era de agradecer ya que no podías guardar la partida, aunque no me hacía falta porque ese concepto era del todo desconocido para mí. Llegué a ver la princesa, pero no recuerdo haberla rescatado mas que de las manos de un Donkey Kong primigenio que vivía encima de unos andamios.

Otros juegos arcade como los tanques, Bomberman, Arkanoid, los de carreras etc, solo me entretenían un rato, la verad es que yo solo quería ponerme en la piel de mis personajes de televisión favoritos o más reconocibles. Los hermanos Bross, Arnold Schuarchenegeereguer y Rambo.

Claramente los otros dos de los que hablo son para mí, los protagonistas de CONTRA el otro juego que me fascinaba y que aunque no me pasé, si que avancé mucho. 

Este otro juego de plataformas te permitía caerte al agua, no como ese snob de Mario. Tanto por el agua nadando y saltando, cómo por la superficie, tenías que matar, saltar, esquivar volver a disparar y tratar de conseguir armas distintas a tiros con todo el mundo. Explosiones cañones ¡enemigos en paracaídas!.
Ese juego era toda una película de Rambo o Predator a mi disposición. Las primeras luchas contra boses en las que medianamente tenías que pensarte que hacer para derrotarlos, era excitante y frenético y sobre todo ¡Era cooperativo!.
Ya había visto juegos parecidos en el ordenador de mi tío, pero esos juegos eran mucho más lentos y predecibles que los de mi flamante NASA y eran en 2D con movimiento lateras únicamente. CONTRA ademas tenía mapas en los que ibas de frente, era cutre, las animaciones al saltar eran las mismas tanto de lado como de frente y era alucinante, lo cual enseguida me creó mí primera necesidad, necesitaba poder disparar en ese escenario como cuando disparaba a los patos con la pistola, necesitaba un shooter.

Yo aún no lo sabia, pero los shooters ya existían, llevaba mucho atascado en una tecnología y unos juegos anticuados, a mi alrededor en las recreativas ya se movían títulos como Mortal Combat, Street Figther, o Monkey Island.  Juegos elegantes y bien acabado o con una historia bien contada, que te hacía navegar por la misma teniendo un principio y un final de libro. 

Pero quien me desvirgó fué un tio musculoso y rubio, no fue otro que Duke Nukem ¡en 3D!, matando lo que para mí eran cerdos espaciales y con un nivel picantón y sexualmente inapropiado por el entorno que también me atraía. 

Con Duke Nukem 3D subí de nivel, un nivel que ya os contaré más adelante.

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